la clave del partido de izquierda radical Syriza se negó a unirse a una coalición pro-austeridad con los socialistas y los conservadores, allanando el camino para las conversaciones de fin de semana organizadas por el presidente para tratar de hilvanar un gobierno de unidad de emergencia.
El último giro en el drama político tortuoso vino como pagador de la UE Alemania amenazó con cortar cuerda de salvamento del país préstamo y dio a entender que la zona euro en crisis podría salir adelante sin Grecia.
Venizelos fue el líder tercero que intentó y no logró improvisar un gobierno después de las elecciones del domingo no concluyentes que vio una reacción contra las medidas de austeridad dolorosas que han desencadenado protestas a veces violentas.
Venizelos tenía la esperanza de ganar el apoyo de Syriza, un partido profundamente contrario a los términos de los 240 millones de euros (311 millones de dólares) de rescate de la UE y el FMI, y que subió al segundo lugar en la votación del domingo.
"No es que esté rechazando Syriza (unirse a una coalición con los socialistas y los conservadores), pero es el veredicto de la gente de Grecia", dijo el jefe del partido Alexis Tsipras.
Más temprano, otro aliado posible, el pequeño partido Izquierda Democrática, dijo que no se uniría a un gobierno compuesto por sólo Pasok y el partido conservador Nueva Democracia, que no incluía Syriza.
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